Por: Moon Slayer
Al día siguiente, en una villa cercana a Yokohama, el resto de personas que el hombre de cabellos plateados contactó se presenta en escena para acordar el plan de venganza contra Kenshin; eston son: Banji Inui, un matón vestido con pintas militares, Hyôko Otowa, un extraño personaje de apariencia amanerada, y finalmente un tercer hombre que estaba oculto en el techo falso de la casa y que se niega a mostrarse al resto, cuyo nombre es Mumyôi Yatsume.
El enigmático personaje que se niega a dar su nombre a conocer (Enishi), les dice a todos que el estar vinculados por el odio hacia Battôsai hace que su asociación sea claramente perfecta. A pesar de que el financiamiento del plan viene de él, les dice que no lo consideren su líder sino más bien su organizador. Posteriormente, les comunica sus planes con respecto a Battôsai y llega incluso al grado de proponer una macabra competencia en la que, luego de arrinconar y hacer sufrir hasta el extremo a Battôsai, cualquiera de los cuatro, el que sea, podrá matarlo.
La mayoría se muestra de acuerdo con el plan, salvo Gein, quien nota segundas intenciones en las palabras del misterioso hombre (aunque prefiere guardarse sus pensamientos para él).
Toda la situación acontecida afecta a Yahiko de un modo bastante particular. El niño le dice a Kaoru que acelere su entrenamiento y le enseñe la técnica de combate más poderosa del Kamiya Kasshin Ryu, a lo que Kaoru se rehusa, pero Yahiko persiste con la petición. La determinación de Yahiko impacta a Kaoru, pero más lo hace la rabia del joven al sentirse el más débil de todo el grupo, al no poder hacer nada para proteger a los suyos. Kaoru entonces le aclara a Yahiko que está en una edad en la cual el propio Kenshin ni siquiera había comenzado a entrenar y Sanosuke ni siquiera era el luchador nato que conocemos. Ella le dice que, si bien es el niño de diez años más fuerte de todo el país, debía tomarse su entrenamiento con calma, especialmente por el hecho de ser alguien tan fuerte en un cuerpo inmaduro. Aunque la conversación con Kaoru deja pensando al chico, él no olvida su compromiso de hacerse fuerte, para así serle de utilidad a Kenshin y para proteger a aquellos a quienes ama de ese plan de venganza que se está armando en su contra.
El segundo paso de la venganza se efectúa la noche posterior. Inui y Otowa deciden entonces atacar respectivamente dos puntos en concreto de la ciudad, uno de ellos es el dôjô Maekawa y el otro es la casa del jefe de Policía Uramura. Cuando Kenshin se entera, manda a Sanosuke al dôjô y Kenshin va a la casa del jefe Uramura. Sin embargo el rostro de Kenshin denota ansiedad puesto que son dos lugares en particular que guardan poca relación con él. Yahiko, ansioso por ayudar, le pide a Kenshin que lo deje acompañarlo pero el ex Hitokiri le pide a secas al chico que se quede haciendo la guardia en el dôjô, lo cual lo deja frustrado.
Cuando Sanosuke llega al dôjô, ve a Inui mofándose de la poca resistencia que la policía ofrece, ya que ni los disparos de estos pueden atravesar la protección especial que el guerrero tiene puesta en sus manos y antebrazos. A pesar de ser poco inteligente, esto lo compensa con su gran habilidad al combatir, habilidad que incluso iguala, sino es que supera, a la de Sanosuke, quien tiene bastantes problemas para luchar contra él, debido principalmente a la lesión en su mano derecha que no estaba completamente recuperada. Inui le propina una paliza a Sanosuke pero su determinación es permanente a pesar de los golpes. Durante el combate, Inui le confiesa a Sanosuke que la razón por la que odia a Kenshin se debe a que él asesinó a su maestro durante el Bakumatsu, lo cual lo dejó furioso ya que no quiere que se le recuerde como el discípulo de un perdedor. Sanosuke entiende lo estúpido que es el sujeto y se dispone a atacarlo con el Futae no Kiwami, técnica que logra destruir su armadura y además le hace ver que su armadura no es tan invencible como él pensaba. Desgraciadamente, la mano de Sanosuke no soporta el esfuerzo que el ataque implica y colapsa. En ese momento, Gein, llevando consigo a un Iwanbo, le ordena a Inui que se retire de inmediato, tras lo cual Gein abandona la rechoncha figura y huye. Sanosuke presiente que algo anda mal, ya que nota que sale humo del interior del muñeco Iwanbo. Decide entonces arremeter contra el muñeco, propinándole una dura patada, la cual revela una bomba. Con el impulso de la patada, la bomba sale volando y termina explotando en el aire, por lo que nadie sale lastimado. Dicha explosión advierte a todos de lo que está pasando en el dôjo.
Kenshin, por su lado, llega a tiempo para salvar al jefe Uramura, a quien Otowa estaba torturando despiadadamente. Al parecer Otowa poseía extrañas habilidades pero, gracias a Kenshin, su secreto se descubre. Lo único que tenía era un lanzador de dardos oculto en su muñeca, el cual activaba por medio de un hilo y mediante un grito lo que hacía era distraer la atención. Otowa se declara así mismo un experto en el arte de las armas ocultas y confiesa que al menos hay diez tipos de armas ocultas en su cuerpo. El amanerado personaje le explica a Kenshin que su odio hacia él se debe a que hace tiempo él tenía a un amigo con el cual se divertían asesinando gente indiscriminadamente; pero que en una ocasión, su amigo se enfrentó a Battôsai y murió a manos de él. Otowa no se muestra interesado en perder su tiempo con Kenshin; luego de que éste detuviera su dardo con sus manos, arroja a un pozo cercano un frasco cuyo contenido se disuelve en el agua, generando un vapor que deja paralizado temporalmente a Kenshin, dándole tiempo suficiente al cobarde de huir de la vivienda. Afortunadamente, el ex Hitokiri consigue salir del apuro y justo en ese momento se oye un sonido del cañón Armstrong al ser disparado, lo que obliga a Kenshin a sacar a la familia del jefe y al mismo policía de su casa justo antes de que esta explotara.
Al día siguiente, tenemos a Kaoru, quien se muestra muy preocupada, al igual que Tsubame (quien se había mudado con ellos debido a la destrucción del Akabeko). La joven sale a ver si Kenshin y Sanosuke han regresado, pero se encuentra con Yahiko, quien ha estado toda la noche haciendo guardia en la puerta del dôjô, lo cual hace que Kaoru lo reprenda. No obstante, el pequeño, molesto, le grita a Kaoru que con tal de proteger a los suyos estaría dispuesto a hacer lo que fuera, a pesar de saber que es el más débil del grupo.
Mientras tanto, Kenshin vaga por las calles de la ciudad, preocupado por las implicaciones de lo ocurrido la noche inmediatamente anterior , cuando de pronto se topa con el hombre de cabellos plateados.Al verlo, Kenshin lo reconoce inmediatamente como alguien muy vinculado a su pasado como asesino, pero lo que más lo perturba es ver junto al hombre de cabellos plateados al fantasma de una mujer a la que Himura conoce muy bien. El nombre de este joven es Enishi Yukishiro, el cual, al ver a Kenshin, le responde furiosamente que va a hacerlo pagar de la peor forma posible por la muerte de su hermana, suceso en el que, al parecer, el ex Hitokiri estuvo involucrado. Pero lo que más hace enfurecer a Enishi es el hecho de echarle la culpa a Kenshin de todas las penalidades que tuvo que pasar por culpa de la era que Kenshin, a costa de todas las vidas que cegó, ayudó a forjar. Enishi le cuenta a Kenshin que después de lo ocurrido con su hermana, tuvo que huir de Japón rumbo a Shanghái, donde, en medio de la miseria, la inmundicia y el crimen, tuvo que hacerse fuerte para poder convertirse en el mayor traficante de armas de todo Asia, así como el jefe de la mafia de la ciudad en cuestión. Enishi le explica a Kenshin que él fue el responsable de proporcionar todas las armas a las personas con las que colabora para llevar a cabo lo que Enishi llamó el Jinchû y asimismo admite que fue la persona a la que Makoto Shishio le compró el Rengoku, aunque acaba por reconocer aquí que no tenía la más mínima idea de que Kenshin había luchado contra él.
Perturbado por estas revelaciones, Kenshin le ruega a Enishi que detenga esta ola de venganza en contra de todas las personas a las que conoce, ya que ellas no tienen nada que ver en lo ocurrido años atrás y que si quiere hacer pagar a alguien por lo ocurrido es a él. Enishi, cuya locura es más que notoria, le dice a Kenshin que no le importa arrastrar a terceros en su venganza contra él y que, de ser necesario, involucrará a todo Japón en sus planes. A pesar de ello, Kenshin le pide a Enishi prácticamente a ruegos que le diga qué es lo que debería hacer para poder expiar sus crímenes pasados, aunque ello implique perder su propia vida. Pero Enishi le dice que no muestra interés alguno en querer matarlo, a lo cual le dice que lo que en realidad quiere es hacerlo sufrir al máximo hasta que ya no pueda más y además le advierte que en menos de diez días, él y los otros hombres implicados en su plan de venganza, irán al dôjô Kamiya a saldar cuentas con él y los suyos. Esto deja a Kenshin visiblemente abatido.
Continuará...
Continuará...
Me gustaría puntualizar que el diseño de la bomba que sale de la boca del Iwambo está claramente inspirado en el estilo de dibujo de Eichiro Oda ¿la razón? Watsuki fue asistente de dibujo del autor de One Piece.
ResponderEliminarSaludos.